ÁREAS

Área de viviendas compartidas

El Área de Viviendas Compartidas, forma parte de las Áreas del Servicio de Promoción para la Autónoma Personal -SEPAP- de la Escuela de Vida de la Fundación Síndrome de Down de la Región de Murcia –FUNDOWN.

El Área cuenta con viviendas concebidas como contexto formativo para la vida Autónoma e Independiente del colectivo de personas con discapacidad intelectual, desarrollando escenarios de aprendizajes para la preparación y apropiación de hábitos y conductas que conlleven la posibilidad de desarrollar una vida autónoma, en donde la persona con discapacidad tenga un papel activo y protagónico en las decisiones que rijan su vida.

Las personas con discapacidad intelectual se sitúan en una convivencia junto a jóvenes sin discapacidad –estudiantes universitarios en su mayoría- la cual promueve una interacción que genera los aprendizajes necesarios para la adquisición de herramientas psicoeducativas que propicien que este colectivo pueda desarrollarse y participar en contextos socioculturales.

Área de viviendas compartidas

La modalidad formativa del Proyecto Amigo -PA-, se constituye en la puerta de entrada hacia la Vivienda Compartida, es la toma de contacto y familiarización con la vida autónoma e independiente, el espacio en el cual, progresivamente se va conociendo a los participantes e introduciéndose en diferentes aprendizajes para que la persona vaya adquiriendo competencias que le permitan ir avanzando en su autonomía para acceder a vivir a una vivienda.

Este escenario, es fundamental para iniciar el proceso de aprendizaje hacia el empoderamiento y toma de decisiones sobre el cómo y con quién quiero vivir.

Las Viviendas Compartidas se ubican en el CEPAP. Representan el grueso del periodo formativo de la persona que accede al Área (4 años). Durante esta etapa  tienen lugar los diferentes aprendizajes relacionados con la vida autónoma e independiente que debe ir adquiriendo la persona. Enumeramos los más importantes:

Aprendizajes

Finalmente, destacar que, en una Vivienda Compartida, el voluntario –estudiante- que vive dentro de la vivienda compartida, ejerce el papel de mediador y recibe una beca de la fundación que le cubre los gastos de alojamiento y manutención y por otra parte, recibe méritos académicos por su labor como apoyo a la promoción de autonomía del colectivo de discapacidad.

Esta modalidad representa la inclusión en un contexto totalmente normalizado. Una vez que la persona con discapacidad ha obtenido una formación sobre vida autónoma e independiente, ya está en disposición de vivir poniendo en práctica todos los conocimientos, estrategias y habilidades que ha adquirido en su proceso formativo.

Por tanto, el nuevo escenario, está totalmente construido bajo las elecciones y decisiones que rigen a la personas con discapacidad, dónde, cómo y con quien vivir alcanzan en esta  fase su máxima expresión, ya que todas las decisiones derivadas de selección de vivienda y lugar, tipo vivienda, elección de compañeros, amigos o pareja, etc… queda  a criterio, condición e idiosincrasia del protagonista.

De esta manera, cada vivienda, número de habitantes, tipo de contrato de vivienda, modo y estilo de vida ha de ser construido por la propia persona con discapacidad  y los compañeros/as, pareja, amigos, etc. que elija para vivir.

En esta modalidad, los profesionales de la Fundación solo brindan asesoramiento sobre aquellos aspectos que los participantes solicitan, brindándoles las herramientas que les puedan facilitar la convivencia y la gestión de la vivienda.  Este escenario, no se considera eminentemente formativo, aunque se sigan produciendo aprendizajes, sin embargo, ya es una vivienda, inmersa totalmente en la realidad circundante, en donde los participantes tendrán que poner en práctica todo su bagaje de aprendizajes, potencialidades y autonomía para vivir en un contexto totalmente inclusivo.

El programa de MIVIDA Tiene como objetivo la continuidad de preservar los aprendizajes adquiridos de autonomía y mantener el vínculo de relaciones sociales que la persona haya desarrollado a lo largo de su periodo de formación. De esta forma, seguimos apoyando a aquellas personas que tras su periodo de formación, por diferentes cuestiones (económicas, decisión personal, aprendizaje, etc.) vuelven a sus casas en las que viven solos o con la familia.

Por otra parte, también pretende llegar a aquellos usuarios que por diferentes circunstancias no han realizado un periodo formativo, pero tienen necesidades de apoyo en la casa en la que viven, tanto para actividades de la vida diaria como para el desarrollo de relaciones sociales y participación en su entorno.

El desarrollo de este programa pretende seguir dando servicio a todos aquellos usuarios que hayan pasado por el periodo formativo hacia la vida autónoma e independiente y que vuelven al contexto familiar y los que hasta el momento no han participado en programas formativos para la vida independiente.

La materialización de este programa cumple con los principios de Filosofía de Vida autónoma e independiente, ya que todo el diseño de los objetivos partirá desde las necesidades, deseos y demandas del usuario, desde su contexto para la mejora de sus habilidades tanto dentro del hogar como fuera de éste.

En definitiva, el programa aspira a trazar redes entre la persona con discapacidad, su vivienda, su entorno y las relaciones que surgen de éste, creyendo firmemente que el apoyo en diferentes  aspectos de estos elementos, puede ofrecer una mayor calidad de vida del usuario a nivel personal, emocional y social.

Objetivos

Coordinador

Juan José Velasco Martínez